¿Sabías que cada 15 segundos un colaborador fallece a causa de un accidente o enfermedad relacionada al trabajo? ¿O cada 15 segundos, aproximadamente 153 trabajadores sufren un accidente laboral?Lamentablemente estos datos son reales según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y podemos entender que esta información refleja el nivel de preocupación que puede generar el trabajo, una actividad necesaria para la vida y que nos expone constantemente. Entonces, podemos deducir que ambos términos: trabajo y riesgo, guardan una fuerte relación.
Antes de conocer un poco más acerca de los riesgos ocupacionales, es importante también explorar otros términos que se relacionan con la palabra riesgo.
Son cualquier elemento, sustancia, energía u organismo que en determinada cantidad o variación importante en alguno de sus constituyentes, puede provocar un efecto nocivo o crear malestar al entrar en contacto con los trabajadores en el medio ambiente de trabajo. Estos pueden ser físicos, químicos o biológicos.
Se entiende como riesgo laboral a los peligros existentes en una profesión y tarea profesional concreta, así como en el entorno o lugar de trabajo, susceptibles de originar accidentes o cualquier tipo de siniestros que puedan provocar algún daño o problema de salud tanto físico como psicológico.
Un riesgo ocupacional es un acontecimiento que pone en peligro a las personas en el ejercicio de su profesión. Si bien la mayoría de trabajadores conoce los eventos que conducen a riesgos laborales, el impacto que pueden generar en la salud es incierto.
Aunque ambos terminos tengan un parentezco, no tienen el mismo significado. En esta oportunidad conocerás las diferencias entre “RIESGO OCUPACIONAL” Y “PELIGRO OCUPACIONAL». Ya que muchas veces solemos confundirlos con lo mismo.
Es toda situación o condición que por su potencialidad puede causar daño a personas (trabajador, visitantes), equipos e instalaciones, o al ambiente. Es la probabilidad, oportunidad o posibilidad, que el peligro pueda ocasionar daño.
Según la OMS, “los riesgos en salud ocupacional tales como traumatismos, ruidos, agentes carcinogénicos, partículas transportadas por el aire y riesgos ergonómicos representan una parte considerable de la carga de morbilidad derivada de enfermedades crónicas: 37% de todos los casos de dorsalgia; 16% de pérdida de audición; 13% de enfermedad pulmonar obstructiva crónica; 11% de asma; 8% de traumatismos; 9% de cáncer de pulmón; 2% de leucemia; y 8% de depresión”.
Para ahondar más en este tema, es necesario conocer los diferentes tipos de riesgos que existen en el trabajo. Los riesgos ocupacionales se pueden clasifican en 10 tipos:
Para ahondar más en este tema, es necesario conocer los diferentes tipos de riesgos que existen en el trabajo. Los riesgos ocupacionales se pueden clasifican en 10 tipos:
Las vibraciones producidas por maquinaria, nivel sonoro demasiado alto, temperatura muy alta o baja, mal tiempo para trabajos al aire libre (humedad, viento, etc.), nivel de iluminación, calidad del aire en el lugar de trabajo (polvo), incendio y explosión.
La exposición a sustancias químicas por inhalación, ingestión o contacto con la piel, productos gaseosos, líquidos o sólidos, carcinógenos, mutágenos, tóxicos, corrosivos, irritantes, alérgenos, etc.
La exposición a agentes infecciosos (bacterianos, parasitarios, virales, fúngicos) y alergénicos por picadura, mordedura, inhalación, afectación de piel y mucosas, etc.
Hacen referencia a los fenómenos naturales de origen geológico, meteorológico como terremotos, tormentas, inundaciones, huracanes, erupciones volcánicas, etc.
La agresión física o verbal en el lugar de trabajo por parte de un cliente/alumno/paciente, acoso moral o sexual por parte de un superior jerárquico, estrés gerencial, o cargas mentales excesivas (trabajo permanente en pantalla, etc.).
El mal diseño de los puestos de trabajo se convierte en otra amenaza para la salud, pues suele ser el causante de posturas incómodas y entorpecimiento de tareas. Entre este tipo de factores también destacan ejercer fuerza en exceso, levantar objetos pesados, iluminación inadecuada y realizar tareas repetitivas.
Se relacionan con las condiciones de funcionamiento, diseño, forma, tamaño y disposición de equipos, maquinaria y herramientas (modo de uso y mantenimiento apropiado). También abarca la estructura de la locación, distribución de espacios, techos o cubiertas; escaleras y barandas; puertas, áreas de circulación interna, paredes y servicios (baños, cuartos de cambio y suministros de agua).
Referente a los riesgos propios de los sistemas eléctricos de las máquinas. También abarca las caídas de altura.
La existencia de radiaciones ionizantes y radioelementos, radiaciones láser, radiaciones UV e IR, radiaciones electromagnéticas diversas, etc.
Como hemos visto existen una gran variedad de riesgos al que puedan estar expuestos los trabajadores, por eso es muy importante tomar acciones inmediatas a la prevención y control para evitar consecuencias que puedan llegar a ser mortales. Una estrategia fundamental para este proceso será la detección de estos riesgos ocupacionales para poder evaluar su nivel de repercusión y establecer las estrategias de control a realizar. Cabe mencionar que, una vez identificados estos riesgos, el impacto que pueden provocar en algunos casos es inexacto, por tanto, no podemos predecir las consecuencias, pero si acercarnos a un escenario similar.
Antes de evaluar las estrategias preventivas dentro de este proceso, es necesario tomar en consideración ciertos pilares que te mencionaremos a continuación:
• Procuremos minimizar o evitar los riesgos.• Tomar acciones y enfrentar desde un inicio a posibles peligros.
• Priorizar medidas que cuiden la salud de todos los colaboradores.
• Realizar cambios que permitan reducir los peligros físicos, ambientales, etc.• Tomar en cuenta el proceso de evolución en la prevención que ha desarrollado cada área de trabajo.
• Analizar aquellos riesgos que no puedan ser considerados fáciles de evitar.